Ya se sabe como son estas cosas. Uno está muy tranquilo hasta que oye su nombre, pisa el escenario y se siente obligado a decir algo medianamente inteligente ante un auditorio. Carezco de práctica en estos menesteres. De hecho dudo que algún día llegue a sentirme cómodo hablando en público sin tener un personaje, una máscara, detrás de la cual pueda esconderme.
Sin embargo, a medida que avanzaba con el discurso, conseguí ir dejando progresivamente de tartamudear, mi voz se iba acercando a su tono habitual y el foco de mí mirada poco a poco se iba desplazando de la mesa para posarse ante el auditorio. Creo que conseguí articular algo parecido a esto en el festival de Islantilla donde recibí un bonito homenaje:
Decia Lyndon B. Johnson que “dar una conferencia sobre economía es algo parecido a mearte encima. A uno mismo le parece caliente, pero jamás a otra persona.” Estoy experimentando una sensación similar. Me encuentro muy feliz por recibir este premio. Siento un calorcito por aquí (en el pecho), que me invita a estar agradeciendo durante horas a todas las personas que me han ayudado y por las cuales estoy esta noche sobre este escenario. Pero seguro que ustedes como público lo perciben de una forma un poco más fría. Es normal. Asi que voy a ir rápido. De verdad, me comprometo a ir ligerito. Y al igual que la primera vez que hice el amor seré muy breve.
En primer lugar quiero dedicarle el premio a la familia Juanes, con quienes me siento en deuda por su magnifico trato personal y profesional. A Paloma por su alma guerrera y su honestidad. A Víctor por convencerme de que salir en un anuncio para una empresa avícola vestido de pollo no implicaba necesariamente enriquecer mi carrera con un nuevo registro, a Palomilla por su trato fraternal y a Marta (que bueno que viniste!).
A Luís San Narciso. Hubo un tiempo en el cual me pateaba Galicia con una mochila llena de videobooks a mi espalda, y a pesar de mi perseverancia y de que en Galicia no somos muchos los que nos queremos dedicar a esto, fue imposible llegar a contactar con algún departamento de casting. Las personas del rango más elevado con las que conseguí hablar eran los guardas jurado que custodiaban las productoras. Nunca logré superar esa barrera. No solicitaba una audición, lo único que pedía era hablar con algún empleado de un departamento de casting para tener constancia de si habían recibido mi material, el cual me había costado tanto dinero y esfuerzo editar. Resultó imposible. Sin embargo, y por descabellado que parezca, la única persona que se dignó a ver mi videobook y a ponerse en contacto conmigo fue Luis. Quizás precisamente por esto, es decir, por su ausencia de prejuicios a la hora conceder audiciones a actores y actrices desconocidos, sea el mejor de este país en lo que hace. Si estoy aquí es gracias a su compromiso con el trabajo, a su afán por descubrir caras nuevas y a su ojo clínico para poder ver dentro de las personas y no quedarse en la superficie. Gracias.
Se lo dedico también a mis compañeros de El Internado por su comprensión y paciencia en el día a día para soportar a un ser tan insoportable como yo. Quiero darles un consejo, si es verdad que la serie va a durar dos temporadas más debería empezar a solicitar dietas por esta inestimable labor. Que os recompensen, porque yo lo he intentando pero no puedo controlarme. Gracias Ana, Dani, Blanca, Elena y Yon. Os quiero.
Me gustaría mencionar especialmente a Luís Merlo. Cuando estamos en secuencia y nos miramos a los ojos yo veo a alguien que confía en mí. Es un actor excelente pero no lo suficiente como para engañarme en este sentido. Yo sé que confía. Cuando estoy trabajando con él siento que están cuidando de mí. Las cámaras y todo el equipo que hay detrás desaparece y comienzo un viaje con alguien a quien le puedo confiar el timón de la nave porque sé que me va a llevar a buen puerto. Ha sido una experiencia maravillosa trabajar con él. Muchas gracias Luís.
Al señor Javier Cámara por ser el actor que nunca falla y la persona más ingeniosa que he tenido el placer de conocer. Lo que siento por él es más que admiración, es devoción. Javi eres único.
A Irene, porque si Joanne Woodward era un solomillo, tú eres una gran mariscada (en la imagen estoy junto a Irene Escolar y David Castillo, de la serie "Aída").
Y por último a los Ayuntamientos de Lepe e Isla Cristina por organizar este festival. Son ustedes gente valiente y atípica. En lugar de organizar una carrera de motocross por la preciosa playa que hay en frente al hotel, u organizar una convocatoria para intentar batir el record guiness a la paella más grande, iniciativas que por un lado serían lo más acorde con ciertas tradiciones festivas de nuestra idiosincrasia, ustedes han optado por organizar un festival de televisión. Esto les engrandece. Aplaudo su iniciativa. Muchas gracias".
2 comentarios:
ya decia yo.. jeje esq me puse a leer todo el articuLo y dije pero si parece k abla el.. entonces he leido lo de (escrito por el) XD
me ha encantado las fotos y todo lo que dice tmbn.. ojala se me ocurra algo de lo que pueda escribir porq se me acaban las ideiitas XD
un beso
:o,me encanto nuevas cosas escritas por Martin.
Me encanta su manera de expresarse jajaja.
MuCHAS GRACIAS POR PONER ESTE ARTICULO X AQUI ,XK SI NO ,NO LO HUBIERA VISTO.
un beso
(LLLL)tu amigui bloguera
Publicar un comentario