Tiene 24 años, es gallego e hijo del escritor Manuel Rivas. Se dio a conocer en El Internado, la serie que cada semana engancha a cuatro millones de espectadores. El año pasado grabó su primera película, Los girasoles ciegos, por la que fue nominado a un goya en la categoría de actor revelación. Actualmente prepara La Wikipeli, un corto dirigido por José Corbacho en el que lo que importa es la decisión de los cibernatuas. En un par de semanas recibirá el Camaleón revelación del 10ª festival de Islantilla.
Todo el mundo sabe que se llama Martiño Rivas, pero no seremos nosotros quienes lo llamemos así, pues si ha decidido cambiarlo por Martín, bien hecho está. Lo decidió en un restaurante en Madrid tras pronunciar varias veces su nombre y que la camarerea no se quedase con la copla. Fue entonces cuando vio claro que debía utilizar un nombre más universal.
Martín llega puntual a nuestra cita en el Templo Deboad. Saluda escrupulosamente, sin excesos. No busca ser simpático. Es correcto, incluso puede parecer frío, aunque en realidad es lo más normal, ya que no nos conocemos de nada. Viene a trabajar. Lo primero que pregunta es que cuántos cambios de ropa tiene que hacerse y tras echar un vistazo a los modelos, rechaza dos. Tiene clarísimo quén es y dónde está. No deja lugar a dudas.
Le has indicado a la maquilladora con detalle cómo debe maquillarte, has seleccionado los modelos que te gustan, la ubicación de la foto… estás en todo.
Estoy trabajando y me gusta decidir cómo hacer un reportaje.
Al fin y al cabo eres tú el protagonista
.Al y fin y al cabo es lo que la gente va a conocer de mí.
¿Te da miedo que lo conozcan?
No, porque eso quiere decir que valoran mi trabajo, aunque cuando te paran por la calle y te cogen del brazo como si te conociese de siempre no es muy agradable.
Entonces lo llevarás fatal…
No, simplemente voy por la calle como los caballos: mirando al frente y a paso ligero. Por las noches, cuando lo medito en casa, me veo desbordado y me abruma. No lo sufro tanto por mí, sino por mis amigos, que tienen que aguantarlo. Vivo en el centro de Madrid y aún no he conseguido salir de cañas.
Supongo que en tu pueblo te dejarán más tranquilo…
Qué va, lo llevo mejor en Madrid porque lo tengo asociado con la fama. Sin embargo en mi pueblo me resulta extraño.
Estoy seguro de que fuiste un niño de los que mi madre llamaría “viejo”
…Siempre he sido un niño muy responsable que ha dado pocos problemas.
Eras de muy buenas notas, sacaste el bachiller con Matrícula de Honor.
Siempre fui buen estudiante.
Y también parco en palabras…
(carcajada)No, no sé…
¿Eres tímido, como buen gallego?
Nunca he compartido ni me he sentido identificado con ese dicho.
No me dirás que eres extrovertido…
Sí, lo soy, pero me cuesta coger confianza.
¿Por qué decidiste estudiar Comunicación Audiovisual?
Porque siempre he querido dirigir, me encanta el cine, el teatro.
Te queda poco para terminar…
Sí, me queda el último cuatrimestre del último curso, justo donde lo dejé para venirme a trabajar a Madrid.
¿Cuándo decidiste que ya no querías dirigir, que preferías interpretar?
Me di cuenta de que era muy importante ponerse delante de la cámara para dirigir. Cuando empecé en la facultad me apunté a teatro, aunque ya antes había hecho cosas en la televisión autonómica gallega.
Para tu primer trabajo te cogieron por casualidad…
sí, era mi hermana la que se presentaba al casting y al final me cogieron a mí.
¿Te guarda rencor por ello?
Claro que no (risas).
¿Por qué dices que no te sientes profeta en tu tierra?
Porque después de haber trabajado con la autonómica gallega me marché dos años a Londres con mi familia y ya nunca más me llamaron. Cuando entré a la Universidad les empecé a mandar mi videobook pero no me respondían. Ni siquiera me confirmaban si los habían visto…
Entonces, ¿quién fue tu descubridor?
El primero que vio mi videobook y me llamó fue Luis San Narciso. Me ofreció un papel en la serie SMS.
Es curioso que sea el mejor director de casting en España el único que se moleste en ver videobooks de caras desconocidas…
Por eso es uno de los mejores.
¿Cómo le planteaste a tus padres que querías ser actor?
Nunca se produjo esa situación, fue algo más natural. Ellos están contentos porque me ven contento. Cofnían en mí y saben que soy trabajador y responsable.
Digamos que no eres un actor joven afamado al uso…
¿Por qué?
Por regla general los actores jóvenes se vuelcan más en los estrenos y en las fiestas que en la interpretación. ¿No es un poco peligroso?
No sé lo que harán los demás… Si lo que te preocupa es el sexo y las drogas, sí que es peligroso, pero no todos los actores jóvenes son así.
¿Importa ser guapo?
Claro que importa e influye, pero no para todo. El sueño de mi vida sería interpretar a Ricardo II, pero nunca podré hacerlo porque no soy jorobado ni cojo.
¿Qué tal es la relación con tus compañeros de reparto de El Internado?
Muy buena. Al principio hacíamos más vida en común, ahora se ha normalizado la cosa.
Tiene que ser una suerte trabajar con actores de la talla de Amparo Baró…
Con Amparo coincido poco, no tenemos muchas secuencias juntos. Lo que sí hago es disfrutar de ella viendo los capítulos desde casa. con quien sí tengo muchas tramas es con Luis Merlo. Siempre ha sido muy generoso conmigo, confía en mí y me protege. La lección más importante que he aprendido de él es que hay que oír al compañero. Si te fijas los mejores actores son los más generosos.
¿Quiénes son tus referentes?
He visto mucho cine clásico… siempre me he fijado en las leyendas: Robert de Niro, Paul Newman, Al Pacino, Dustin Hoffman… Aunque lógicamente de los que más he aprendido es de los que tengo cerca: Cámara, Emilio Gutiérrez Caba, Eduard Fernández, Bardem…
¿Se hacen buenas películas en España?
Claro que sí. Me da mucha rabia que rechacemos el cine español por sistema. Hacer una buena película es complicado, pero las hacemos: Los santos inocentes, cualquiera de Berlanga, Buñuel…
¿Me puedes decir alguno que tenga menos de diez años?
Bueno, a lo mejor tienes razón y estamos en sequía…¡Espera!Mar adentro.
..Se estrenó hace casi seis años…
¡Ah! y Los girasoles ciegos, por supuesto.
Claro, si no la mencionas te metes en un apuro.
(Risas) Los girasoles Ciegos es una gran película y para mí ha sido muy importante porque fue la primera. Fue una oportunidad increíble poder trabajar con Javier Cámara, Marbiel Verdú y Raúl Arévalo.
Se te olvida otra alegría que te dio la película, tu nominación al Goya…
Eso fue muy emocionante, yo no lo creía porque mi aparición en la película es muy breve y nuncapensé que me pudieran nominar a un Goya.
Cómo fue la experiencia?
Lo pasé fatal. No paraba de temblar. No sabía si fumar, beber agua, sentarme, levantarme… Pasé muchos nervios.
¿Desilusiona estar nominado y no llevárselo?
No, para nada. Para mí, el mero hecho de estar no minado ya fue un premio enorme.
Allí conociste a Corbacho, con quien vas a rodar en breve el corto titulado Wikpeli…
Sí, nos conocimos de una forma muy graciosa. Coincidimos en un corrillo y él me dijo “Hola, yo soy José”, y yo, de los nervios le contesté, “Hola, yo soy Corbacho”.
Buena forma de romper el hielo.
(Risas) ¡Ya te digo!
¿Ese es el corto en el que la gente decide a través de Internet desde el argumento hasta la escenografía?
Así es. todo está decidido por los votos de los internautas. Yo interpreto a un chaval que tiene vidas paralelas. La coprotagonizó con Blanca Suárez, también compañera de El Internado. Es increíble, porque la gente se ha volcado con el proyecto y ya hemos tenido más de 140.000 visitas.
Además de este corto en breve recibirás el Camaleón al actor revelación del próxima Festival de Islantilla.
Sí, la verdad es que he recibido el premio con mucha ilusión, eso querrá decir que no lo estoy haciendo tan mal… (risas). Ahora en serio, cuando eres joven todos somos promesas.
Muchos no llegan ni siquiera a ser promesa.
Y muchos otros se quedan sólo en eso por eso hay que trabajar mucho. Yo espero no quedarme sólo en promesa.
Parece que te pasas todo el día cuestionándote…
Cuestionándome no, pero es cierto que soy muy crítico conmigo. Algunas veces se me va la mano y me llego a torturar un poco… cuando empecé El Internado, en los primeros capítulos, pensaba todos los días que me iban a echar.
¿Te sientes afortunado?
Sí. Pero… no quiero que se me malinterprete… Me lo trabajo mucho y tengo mucho sentido de la responsabilidad respecto a mi trabajo. Estoy comprometido con mi profesión. Hay mucha gente de mi edad que está en esto y no les interesa nada. Dicen que los genios salen a partir de las 10.000 horas de trabajo y a mí me quedan muchas pero no será porque no tengo acumuladas.
¿Qué parte de responsabilidad tienen tus padres de ese amor por el cine y el teatro, la literatura…?
A ellos les debo agradecr tener u na casa invadida por los libros. Mi madre cada noche tiene que apartralos de la cama para poder acostarse, ya que mi padre trabaja desde el dormitorio.
Bueno, para terminar. ¿Qué piensas hacer este verano?
Me voy al extranjero a hacer un curso de interpretación. En agosto vuelvo porque retomamos las grabaciones, así que tendré pocas vacaciones.
Tenías razón cuando decías que no eras tan tímido, que sólo tenías que coger confianza.Muchas gracias.
via:gamebyte.es
